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El Teatro Sagrado o Consciente, es aquel que busca ampliar la experiencia de la realidad, a lo aún no visible, a través de lo visible; en comunión constante.

El Teatro, como una forma mística  femenina, que lo acepta todo, que todo lo abraza, lo sutil y lo burdo, lo elevado y grosero, la pasión y sus contradicciones, y nos expande a través de ello, al trascenderlo y ver la realidad completa, con su materia y su no materia. El Teatro es experiencia, va más allá de las teorías, nos transforma y nos hace evolucionar a través del juego que es la vida (Lila), y como tal, ha vivido la marginación, denostación y en algunos casos intelectualización y la cosificación. También el reduccionismo a la expresión de lo sentimental o social, o peor a  lo propagandístico o al entretenimiento. El Teatro roza el Misterio, es parte de él, como lo es la vida si dejamos nuestras miserias y cárceles interiores que crean nuestra realidad limitada. El Teatro usa todo esto y más, sin juicio, para  tener más visión. Es una  muestra de vida, experiencia de quienes somos, la herramienta que se vale de la propia vida, y los propios seres humanos, con todo lo que somos  y vivimos,  como vía de consciencia y plenitud.

 Grotowski decía que el actor era como un monje; más bien lo definiría como una sacerdotisa o sacerdote de Dioniso, de la Diosa haciendo el amor con el Dios, en uno mismo, la materia y la esencia. Esto requiere que a través de su  sacro oficio y entrega, de su valor, el héroe, el poeta se vaya ampliando para vaciarse de creencias, de sí mismo y llenarse cada vez de Vida y Realidad amplificada, para que en la sala todos experimenten su propia transformación, su propio conocimiento, su propia expansión, en su camino único, solo y en comunión con el resto.

 

 A través de la Palabra y el Silencio, del Movimiento y Danzas, de las Emociones y sus energías,  y del centro que da lugar a todo esto, con todo lo humano,  trabajo, oficio , Lenguaje simbólico, y prosaico elevado, ocurra la muerte y el renacimiento. La  Vida en toda su amplitud y misterio. La alquimia de desestructurar para dejarse volver a estructurar y vivir el cambio y el instante, para convertirnos en algo más que en la limitada creencia de lo que somos.

Para poder soltar en lo externo, hay mucho ser interno que cultivar con conocimientos ancestrales, atemporales, humanos y tantos caminos por descubrir como personas. Vías de Consciencia, conocimientos y discernimientos de pensamientos, silencios  e inspiración artística, preparación a través del trabajo profundo, la energía, el movimiento consciente, la belleza, el arte, el quitarse máscaras para poder entrar en todas, y la constante búsqueda de un arte trascendente y transformador que nunca se alcanza del todo, pero que se señala.

 Esto es el Teatro.

Avaloniah.

"El Arte debe transformar, transmitir y transcender" C. Shakti

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